lunes, 7 de junio de 2010

ANIMALES INVERTEBRADOS



LOS ANIMALES INVERTEBRADOS


Se llama colectivamente invertebrados a todos aquellos animales (reino Animalia) que no se encuadran dentro del subfilo de los vertebrados (Vertebrata) del filo cordados (Chordata). El nombre alude a que, a diferencia de estos últimos, carecen de columna vertebral y de esqueleto interno articulado.





1 Ausencia de caracteres generales
2 Clasificación
3 Uso
4 Algunos filos y ejemplos
5 Macroinvertebrados
6 Referencias
7 Enlaces externos
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Ausencia de caracteres generales [editar]
Todos los filos de los metazoos caben completos en el concepto de invertebrados, salvo los cordados, donde sigue conviniendo a parte de sus miembros (urocordados y cefalocordados). En las clasificaciones modernas, basadas en el parentesco evolutivo, se tiende a descartar esta clase de grupos, parafiléticos, que son un cajón de sastre cuya identidad ha sido definida negativamente, por la exclusión de los portadores de un carácter.

Clasificación [editar]
El término invertebrados fue introducido por Lamarck, al que se considera fundador de la zoología de invertebrados. En la clasificación de Carlos Linneo los animales no vertebrados se repartían en insectos y gusanos (refiriéndose respectivamente a los artrópodos y los anélidos).
En 1794, Lamarck subdividió a los que desde entonces se denominó "invertebrados" en moluscos, insectos, gusanos, equinodermos y pólipos. En 1809, consideró ya diez clases: moluscos, cirrípedos, anélidos, cangrejos, arañas, insectos, gusanos, equinodermos, pólipos e infusorios. Entre 1815 y 1822 Lamarck publicó, en siete volúmenes, la Historia natural de los animales invertebrados, con descripciones de las especies entonces conocidas y que fue obra de referencia durante mucho tiempo. Aunque muchos de los nombres anteriores siguen utilizándose, sus límites han cambiado.
Uso [editar]
En la práctica profesional de la zoología, y en su enseñanza, la distinción entre vertebrados e invertebrados sigue ocupando un lugar, siendo comunes los departamentos universitarios, revistas científicas o manuales de zoología dedicados a los invertebrados, como el prestigioso libro de Brusca y Brusa;[1] aunque esto debe interpretarse como efecto de una tradición, y no como el reconocimiento de validez o utilidad científica del concepto. En el tratamiento académico de la diversidad de los invertebrados se ha seguido utilizando extensamente la distinción de dos categorías: los artrópodos y los no artrópodos. Pero el problema que presentan éstos últimos es análogo al indicado más arriba para el concepto de “invertebrados”.







Algunos filos y ejemplos [editar]
Arthropoda (Artrópodos) - arácnidos, insectos, miriápodos, crustáceos
Mollusca (Moluscos) - almejas, calamares, pulpos, caracoles.
Porifera (Esponjas) - esponjas.
Cnidaria (Cnidarios o Celenterados) - medusas, corales, pólipos.
Echinodermata (Equinodermos) - estrellas de mar y erizos de mar
Platyhelminthes (Platelmintos) - gusanos planos y parásitos.
Nematoda (Nematodos) - gusanos cilíndricos.
Annelida (Anélidos) - lombrices de tierra, sanguijuelas.
Macroinvertebrados [editar]






En el lenguaje de la ecología acuática, el término macroinvertebrado se utiliza tradicionalmente para referirse a los invertebrados dulceacuícolas, incluyendo los insectos (sobre todo larvas y ninfas), crustáceos, anélidos, moluscos (caracoles acuáticos y bivalvos) y planarias (platelmintos) que habitan en cauces de ríos, charcas, lagos, etc. Históricamente, su abundancia y diversidad se han utilizado como indicadores (bioindicadores) de la salud del ecosistema y de la biodiversidad local. Son un componente imprescindible en la cadena alimenticia y la trasformación de la materia orgánica.
Referencias [editar]
Brusca, R. C. & Brusca, G. J., 2005. Invertebrados, 2ª edición. McGraw

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